El truco para hacer niños más inteligentes: que aprendan música

Niña con piano

¿Cómo desarrollar niños más inteligentes? Esta es una pregunta que ronda los objetivos de autoridades educativas de varios países. Por ejemplo, desde hace algunos años hay en Estados Unidos un movimiento, impulsado por la industria de la tecnología, que cree tener la respuesta: los niños deben aprender a escribir código para computadoras para ser más inteligentes.

Conocimientos de este tipo, sostienen los impulsores de la iniciativa, permitirán que los niños se adapten mejor a un mundo donde las computadoras son omnipresentes. Además, de acuerdo con sus conclusiones, aprender código mejora las habilidades matemáticas y de lenguaje.

Ante estas afirmaciones, el Instituto Tecnológico de Massachussets hizo un estudio, para verificar la validez. Las conclusiones, sin embargo, sostienen que “aprender código es una cosa independiente. No es lo mismo que el lenguaje, ni es lo mismo que las matemáticas o la lógica”.

En otros términos, codificar es una habilidad que hace trabajar al cerebro, pero no fortalece el lenguaje o la capacidad de abstracción numérica. En el transcurso de estas investigaciones apareció otra investigación que concluyó algo interesante: lo que en realidad hace niños más inteligentes es aprender música.

Un cerebro más grande

De acuerdo con un estudio de enero de 2021, realizado en la Universidad de Zürich y publicado en The Journal of Neuroscience, enseñar a los niños cómo tocar un instrumento musical tiene beneficios sorprendentes. Al escanear el cerebro de distintos niños, los científicos descubrieron que hay diferencias entre quienes hacían música y quienes no.

Los cerebros de los músicos están mucho más conectados estructural y funcionalmente, especialmente en las áreas del cerebro responsables del habla y el sonido (concretamente, las cortezas auditivas de ambos hemisferios). 

El grupo de niños con habilidades musicales también mostró conexiones más fuertes en otras áreas del cerebro, como la corteza frontal, parietal y temporal. De hecho, sus cerebros lucen más grandes y la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas se desarrollan más.

Niño tocando el piano

Efecto permanente

Lo más sorprendente es que este aumento en el poder y la funcionalidad del cerebro se mantiene incluso cuando la persona no continúa tocando el instrumento. «Entre más temprano se inicia con la práctica musical, más fuertes son estas conectividades», dice el profesor Simon Leipold, coautor del estudio.

En resumen, si usted desea saber cómo desarrollar niños más inteligentes, no hace falta recurrir a actividades extrañas o caras; bastará con que los inscriba en clases de música y dejar que esta haga su magia. El resultado, además de permanente, es altamente satisfactorio desde el punto de vista personal.